Puerto Varas vivió una jornada estremecedora este domingo 25 de mayo, luego de que un inusual tornado de categoría EF-1 azotara la ciudad, provocando una estela de destrucción que dejó al menos ocho personas heridas, 109 viviendas afectadas, cortes de electricidad y techumbres completamente voladas en sectores residenciales y céntricos.
“Fue como una explosión de viento”
El fenómeno se formó alrededor de las 15:30 horas, generando pánico entre los vecinos. Uno de los sectores más afectados fue Villa Los Presidentes, donde residentes reportaron daños severos. “Fue como una explosión de viento, todo empezó a volar, las casas temblaban”, relató una vecina al medio nacional La Tercera.
Las imágenes compartidas en redes sociales mostraron árboles caídos, postes derribados y estructuras metálicas arrastradas por las ráfagas, que alcanzaron hasta 178 km/h, según confirmó la Dirección Meteorológica de Chile.
Respuesta inmediata y suspensión de clases
El alcalde de Puerto Varas, Tomás Gárate, informó que se activó de inmediato el Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (COGRID). “Tenemos un catastro preliminar de 109 viviendas con distintos niveles de afectación y varias personas con lesiones menores”, declaró Gárate.
La municipalidad decretó la suspensión de clases para el lunes 26 de mayo en todos los establecimientos públicos de la comuna para facilitar las labores de evaluación y reparación de daños.
Un fenómeno cada vez menos raro
Expertos meteorológicos, como el climatólogo Gianfranco Marcone, advirtieron que estos eventos podrían volverse más frecuentes debido al cambio climático. “Este tornado es una señal de que los extremos meteorológicos en el sur de Chile están aumentando”, explicó en entrevista con T13.
El fenómeno fue oficialmente clasificado como un tornado EF-1, lo que corresponde a vientos moderadamente fuertes que pueden causar daños estructurales importantes. Aunque poco común en la Región de Los Lagos, este evento se suma a un patrón climático cada vez más errático.
La comunidad de Puerto Varas comienza hoy una lenta recuperación. Mientras tanto, la experiencia deja una alerta encendida para todo el sur del país: eventos extremos ya no son tan excepcionales.