Un video que circula profusamente en redes sociales ha puesto nuevamente en evidencia las vulnerabilidades de seguridad en la cárcel Alto Bonito de Puerto Montt. El registro, grabado por un interno del módulo 22, muestra con total claridad cómo los denominados «pelotazos» —lanzamientos de objetos y contrabando desde el exterior— ingresan al recinto penitenciario a plena luz del día, dejando en entredicho los controles perimetrales.
El recluso, quien se identifica en el video como Juan Cancino, difundió el material a través de TikTok con una clara justificación: «para que no me culpen a mí», buscando desmarcarse de la recepción de estos elementos prohibidos. La acción no solo confirma la facilidad con la que se vulnera la seguridad del penal, sino que también subraya un problema crónico: la constante presencia de teléfonos celulares 📱 en manos de la población penal.
Las Brechas de Seguridad al Descubierto
La grabación viralizó una práctica que, hasta ahora, se creía mayoritariamente nocturna. Sin embargo, el video demuestra que el lanzamiento de contrabando es una operación que también se realiza a la luz del día y con aparente impunidad.
Un Acceso Exterior sin Mayores Obstáculos
Una investigación periodística de Radio Bío Bío constató la facilidad para aproximarse a las rejas que delimitan la línea de tiro de los gendarmes. Desde el sector de Bosquemar, existen decenas de huellas marcadas en el terreno, lo que sugiere un tránsito frecuente y un camino ya establecido por quienes se dedican a lanzar objetos al interior del penal. Un simple cerco es la única advertencia, pero no representa un impedimento real para quienes buscan cometer este ilícito.
Un Problema que Persiste
Este incidente se suma a una serie de denuncias previas sobre la precaria seguridad y el uso extendido de dispositivos móviles dentro de Alto Bonito. Desde el penal se han reportado intentos de estafa y otras actividades ilegales que han sido, irónicamente, grabadas y difundidas por los propios internos.
Silencio Oficial y Sanciones Internas
A pesar de la contundencia de la evidencia audiovisual, hasta el momento no ha habido una declaración oficial por parte de las autoridades de Gendarmería ni de otras entidades relacionadas con la seguridad carcelaria. Fuentes internas, sin embargo, han señalado que se aplicaron medidas sancionatorias en contra del reo que grabó y difundió el video, en un aparente esfuerzo por controlar la filtración de información desde el interior del penal. Esta situación genera preocupación en la comunidad, que espera respuestas claras sobre las medidas que se tomarán para reforzar la seguridad en uno de los recintos penitenciarios más importantes de la Región de Los Lagos.