Un significativo avance en la educación ambiental se ha concretado en el sur de Chile con la creación del Nodo Sur de la Escuela Naturalista. Este programa, que busca fomentar el respeto y cuidado del medioambiente, se formalizó mediante la firma de un convenio entre cinco establecimientos educativos de Pargua y la Fundación Legado Chile. La iniciativa no solo promueve el aprendizaje en torno a la naturaleza, sino que también busca que niños y niñas se conviertan en agentes de cambio, con un enfoque particular en la conservación de los humedales de la zona.
Unión de fuerzas por los humedales de Pargua
El jueves 21 de agosto se oficializó este acuerdo que establece un espacio colaborativo sin precedentes. La finalidad principal es integrar a la comunidad educativa en la labor de conocer, valorar y proteger el entorno natural. Pargua, conocida por ser la puerta de entrada al archipiélago de Chiloé, es un territorio de inmensa riqueza ecológica, albergando humedales, diversas especies de aves y ecosistemas únicos. Sin embargo, su biodiversidad se ve amenazada por el tránsito constante, el desarrollo de actividades productivas y el crecimiento urbano. En este escenario, la educación ambiental emerge como una herramienta fundamental para asegurar un desarrollo sostenible y en armonía con el medioambiente.
Osvaldo Grob, director de Educación Socioambiental de Fundación Legado Chile, destacó la importancia de esta unión: «El nodo busca demostrar que sí es posible trabajar en conjunto, tanto escuelas públicas como particulares, cuando se comparte una problemática ambiental común. Si los niños pueden unirse para cuidar sus humedales, ¿por qué los adultos no? La idea es permear a toda la comunidad desde la educación».
Aprendizaje colaborativo y experiencial
El Nodo Sur de la Escuela Naturalista integra a cinco escuelas ubicadas en las cercanías de humedales: El Avellanal, Chayahué, Rural de Pargua, Sol del Pacífico e Iceberg. Cada institución aporta estudiantes y docentes que conforman grupos de trabajo interescolares. Esta metodología permite que alumnos de diferentes realidades aprendan de manera conjunta y que los profesores adopten un rol de facilitadores, expandiendo el aula más allá de las salas de clases y vinculando el aprendizaje directamente con los ecosistemas circundantes.
La propuesta educativa se enfoca en abordar problemáticas locales de manera innovadora y colaborativa. Los estudiantes no solo adquieren conocimientos teóricos, sino que también desarrollan habilidades prácticas y una profunda conexión con su entorno, generando aprendizajes significativos y duraderos.
Impacto y proyecciones desde la comunidad educativa
Desde el Departamento de Educación Municipal de Calbuco, se considera que esta iniciativa representa un paso crucial para fortalecer la vocación ambientalista del territorio. Alejandra Westermeyer, directora subrogante del DAEM Calbuco, señaló: «El convenio ratifica la visión integral que buscamos en nuestros estudiantes. Es necesario sensibilizar a los niños y que vean la relevancia de los espacios que tienen al lado de sus salas de clase. No se trata solo de un paisaje bonito, sino de lugares que deben ser respetados y cuidados».
Las directoras de las escuelas participantes expresaron su entusiasmo. Roxana Alvarado, encargada de la Escuela de Avellanal, resaltó que estas acciones «generan aprendizajes significativos: los niños observan, tocan, manipulan, y esos aprendizajes perduran». Por su parte, Nadia Cofré, directora de la Escuela Chayahué, afirmó que el proyecto permitirá a los estudiantes «aprender a conocer su entorno, cuidarlo y protegerlo de todo lo que pueda dañarlo». Ambas directoras coincidieron en que la educación ambiental es una necesidad urgente para las comunidades rurales, donde la interacción con la naturaleza es constante. Sembrar esta conciencia desde la infancia es preparar a futuros ciudadanos capaces de equilibrar el desarrollo con la protección del medioambiente.
Escuela Naturalista: Transformando la educación desde 2019
El Nodo Sur nace bajo el alero de la Escuela Naturalista de Fundación Legado Chile, un proyecto que se inició en 2019 gracias a un Nat Geo Grant. Esta iniciativa pionera en el país conecta a estudiantes de 6º básico con la rica biodiversidad y el patrimonio cultural de la provincia de Llanquihue, convirtiendo la naturaleza en un aula viva y el aprendizaje en una experiencia inmersiva.
El programa integra diversas disciplinas como ciencias, artes y humanidades, utilizando metodologías innovadoras como el Aprendizaje Basado en Proyectos y el Aprendizaje Basado en el Lugar. A lo largo del tiempo, la red ha crecido exponencialmente, pasando de 7 escuelas y 248 estudiantes en 2020 a 11 escuelas y 577 estudiantes en 2025.
Más allá de las cifras, la Escuela Naturalista ha desarrollado herramientas pedagógicas únicas, incluyendo la Bitácora Naturalista y la serie animada «Somos Naturalistas». Además, se nutre de otras iniciativas de la Fundación Legado Chile, como el laboratorio al aire libre LabHum! y el documental Lontra Provocax. El objetivo primordial de todas estas experiencias es que niños y niñas aprendan el currículum escolar mientras desarrollan su capacidad de observación, el pensamiento crítico y un profundo sentido de responsabilidad hacia su entorno. Hoy, once establecimientos de la provincia forman parte de esta creciente red educativa, consolidándose como una de las propuestas más innovadoras del sur de Chile y sembrando en las nuevas generaciones la semilla de una relación más consciente y respetuosa con la naturaleza.