En un rincón del sur de Chile, la profesora Nadia Valenzuela Fuentes ha transformado su vocación en una fuente de inspiración, plasmando su experiencia y pasión en el libro «Pequeñas luces, grandes sueños». Esta obra, que será presentada el sábado 9 de agosto a las 17:00 hrs en la Librería Mac-Kay de Puerto Varas, es un testimonio de cómo la curiosidad, la ciencia y la ternura pueden converger para encender la chispa del aprendizaje en niños y docentes.
La Curiosidad como Motor del Aprendizaje
Nadia Valenzuela enfatiza que la curiosidad no se impone, sino que se contagia. Para ella, es fundamental que los estudiantes vean esa curiosidad reflejada en sus profesores. Al entrar al aula, se presenta no solo como quien enseña, sino como alguien que también sigue aprendiendo, fomentando un ambiente donde cada pregunta es valiosa y el aprendizaje se percibe como una forma de libertad. En contextos desafiantes, donde el cansancio o la frustración pueden aparecer, la curiosidad se convierte en una herramienta clave para mantener la motivación de los niños.
Un Viaje de la Infancia a la Inspiración
El libro «Pequeñas luces, grandes sueños» es un recorrido por la infancia de Nadia y el camino que la llevó a interesarse por la ciencia. Revivir estos recuerdos ha sido una experiencia emotiva y gratificante para la autora, quien busca motivar a otros a encontrar su pasión. Su vocación por la enseñanza se consolidó a los 19 años, mientras trabajaba en un Centro de Educación y Trabajo de Gendarmería de Chile. Allí, la experiencia de enseñar a un adulto mayor a leer y escribir, y la emoción de ver su progreso, le confirmaron que su propósito era acompañar a otros en el descubrimiento del conocimiento.
Proyectos Científicos que Desafían la Gravedad
Uno de los proyectos más destacados que se mencionan en el libro es el envío de líquenes de la cordillera de Nahuelbuta a la Estación Espacial Internacional. Esta iniciativa, nacida de la curiosidad y el atrevimiento, buscaba demostrar a sus estudiantes el potencial ilimitado de la investigación. Aunque el proyecto inicial evolucionó, la investigación continuó con el estudio de semillas resistentes a la microgravedad y, actualmente, con microorganismos que orbitarán la Tierra. Trabajan en colaboración con el Laboratorio de Exploración Espacial de la Universidad de Chile, investigando la resistencia y supervivencia de tardígrados, rotíferos y nemátodos en ambientes de gravedad distinta a la terrestre. La profesora Valenzuela anhela que sus estudiantes sientan el orgullo de haber participado en un experimento espacial, reescribiendo así no solo su historia personal, sino también la percepción de lo que es posible lograr en las aulas.
Encuentros que Dejan Huella
La entrevista también revela un encuentro significativo con la astronauta Wang Yaping. Para Nadia, estar frente a alguien que ha desafiado la gravedad en todos los sentidos fue una experiencia inolvidable. Este encuentro le recordó la importancia de perseguir los sueños, sin importar cuán grandes parezcan, y reafirmó su compromiso con la enseñanza: cada estudiante merece la oportunidad de ver el cielo no como un límite, sino como un destino posible.
La Metáfora del Sol en el Aula
Nadia Valenzuela utiliza la poderosa metáfora del sol y las órbitas para describir la dinámica en el aula. Reconoce que a veces los estudiantes pueden sentirse distantes o desconectados. Sin embargo, para ella, acortar esa órbita no implica forzar el acercamiento, sino que el profesor cambie su propia «gravedad», irradiando calor, presencia y escucha. Cuando el aula se convierte en un espacio donde cada estudiante se siente visto y valorado, las órbitas se ajustan naturalmente, ya que «nadie se aleja de donde se siente necesario».
Un Mensaje de Sueños y Posibilidades
Finalmente, la profesora Valenzuela desea que los lectores, especialmente los niños, se queden con la certeza de que tienen la capacidad de lograr lo que sueñan. Para ella, no existen límites y la educación es la herramienta más poderosa para transformar el mundo. Reitera que el origen no determina el futuro y que, con trabajo y esfuerzo, se puede llegar tan alto como se proponga. Su mensaje es claro: «no hay sueño pequeño cuando nace del corazón, y no hay límite cuando se sueña junto a otros».