Un trágico suceso ha conmocionado a la comunidad de Osorno. Marcelo Vargas, un joven de 19 años, perdió la vida tras ser víctima de una brutal golpiza en el Parque Cuarto Centenario. Lo que comenzó como una invitación de un amigo para «fumar y tomarse algo», se transformó en una emboscada mortal que ha dejado a cuatro personas formalizadas y en prisión preventiva.
La Emboscada en el Parque Cuarto Centenario
Los hechos se remontan al jueves 9 de octubre, cuando Marcelo Vargas acudió al Parque Cuarto Centenario de Osorno. Al llegar, se encontró con una realidad muy distinta a la prometida: al menos cuatro individuos, entre ellos su supuesto amigo, lo esperaban para agredirlo. La Fiscalía de Osorno, liderada por María Angélica de Miguel, ha señalado que la motivación principal del ataque sería una presunta venganza por un intento de robo de una moto que Vargas habría cometido semanas atrás. No obstante, esta información no ha sido corroborada por una denuncia formal, por lo que la fiscalía no tiene plena certeza.
Una Agresión Filmada y sin Empatía
La brutal golpiza fue registrada en videos, los cuales muestran la crueldad del ataque. En las imágenes se observa cómo Vargas es golpeado y despojado de sus pertenencias, incluyendo zapatillas, reloj, chaqueta y billetera. Lo más impactante es que, tras una primera agresión, dos de los imputados regresaron al lugar para «rematar» a la víctima, mientras continuaban grabando para jactarse de sus acciones. La fiscal de Miguel lamentó la falta de empatía de los agresores, quienes incluso se mostraron más preocupados por las «funas» en redes sociales que por la vida del joven. Durante los videos, se pudo observar a uno de los jóvenes con la chaqueta de Marcelo, mientras él suplicaba por el cese de los golpes.
Consecuencias Fatales y Prisión Preventiva
Marcelo Vargas, quien padecía de hidrocefalia y requería cuidados especiales, sufrió la mayor parte de los golpes en su cabeza. Tras la agresión, fue encontrado agonizante por transeúntes y trasladado al Hospital Base de Osorno, donde permaneció dos días hospitalizado hasta su fallecimiento el sábado 11 de octubre. Debido al robo de su documentación, Vargas estuvo como «NN» hasta poco antes de su deceso.
Los cuatro imputados, todos de edades similares a la víctima (entre 18 y 20 años), fueron detenidos y formalizados. La Fiscalía argumentó la existencia de agravantes como premeditación y alevosía. Todos quedaron en prisión preventiva, distribuidos en distintos penales debido a supuestas amenazas de muerte que habrían recibido.
Este caso pone de manifiesto una preocupante falta de valores y respeto por la vida, especialmente en jóvenes. La comunidad espera que este trágico hecho sirva como un llamado a la reflexión sobre la violencia y sus devastadoras consecuencias.