El creciente cultivo del avellano europeo en Chile, una industria clave desde la región del Maule hasta Los Lagos, enfrenta un desafío silencioso pero significativo: el tizón bacteriano. Esta enfermedad, causada por la bacteria Xanthomonas arboricola pv. corylina (Xac), amenaza la producción al provocar marchitez y necrosis en las plantas. Un estudio reciente, liderado por investigadores chilenos en colaboración con expertos italianos, ha revelado que la versión de este patógeno presente en el país posee características genéticas y adaptativas únicas, lo que exige nuevas estrategias de manejo.
Alta Diversidad Genética Revela un Patógeno Localmente Adaptado
Una investigación publicada en la revista científica Plants (MDPI) y desarrollada por académicos de la Universidad de O’Higgins (UOH), la Universidad de Chile y la Universidad de Bolonia (Italia), ha arrojado luz sobre la singularidad de esta bacteria en territorio nacional. El estudio identificó cuatro clados filogenéticos distintos en los aislamientos chilenos, en contraste con los dos únicos grupos reportados a nivel internacional.
Set Pérez Fuentealba, académico de la UOH, señaló que esta diversidad “demuestra una diferenciación local relevante, probablemente influenciada por las condiciones agroclimáticas y de manejo agrícola en donde se cultiva esta especie”.
Flexibilidad Metabólica y Resistencia
Uno de los hallazgos más sorprendentes es la capacidad de las cepas chilenas para metabolizar sorbitol y manitol, azúcares que no son utilizados por las variantes de otros países. 🧑🔬 Esta flexibilidad metabólica, según los expertos, permitiría a la bacteria adaptarse mejor a condiciones ambientales extremas como:
- Alta radiación solar. ☀️
- Estrés hídrico o sequía. 💧
- Mayor tolerancia a agentes antimicrobianos.
Esta capacidad de adaptación refuerza la necesidad de comprender cómo las condiciones locales influyen en la evolución del patógeno y su persistencia en los huertos.
El Desafío del Diagnóstico Temprano y el Control en Campo
Otro punto crítico del estudio fue la detección de la bacteria en hojas asintomáticas, lo que confirma que el patógeno puede pasar desapercibido mientras se propaga. Esta situación subraya la urgencia de implementar protocolos de diagnóstico más sensibles, especialmente en viveros, donde las plantas jóvenes son más susceptibles y pueden diseminar la enfermedad a nuevos campos.
Para abordar este problema, el equipo de investigadores ya está trabajando en una solución innovadora: el desarrollo de un test rápido de diagnóstico en campo. 🧪 Esta herramienta permitiría a los agricultores detectar la presencia de Xac en menos de una hora, facilitando la toma de decisiones de manejo de manera oportuna para controlar su propagación. «No buscamos erradicar el patógeno, sino controlar su propagación y minimizar sus efectos», añadió el académico.
Impacto en la Producción de Avellano Europeo
Chile se ha consolidado como uno de los principales productores de avellano europeo del hemisferio sur, con cerca de 50 mil hectáreas plantadas. El tizón bacteriano representa una amenaza económica considerable, pudiendo causar la muerte de hasta un 10% de las plantas jóvenes y pérdidas de cosecha de hasta el 80% en casos severos. 📉
Para fortalecer la industria y promover una producción sostenible, la investigación destaca la importancia de un manejo integrado que contemple:
- ✅ Detección temprana: Utilizando técnicas moleculares y microbiológicas precisas.
- ✅ Certificación sanitaria: Asegurando que el material vegetal de los viveros esté libre del patógeno.
- ✅ Estrategias de control: Explorando nuevas alternativas como el control biológico mediante bacteriófagos.
Comprender las características genéticas y la adaptabilidad de esta bacteria es fundamental para proteger y fortalecer uno de los sectores agrícolas más importantes del sur de Chile.